La Asociación de Comercio e Industria de Cervera (ACIC) ha enviado una carta a la Junta de Castilla y León mostrando su preocupación por la posible implantación de macrogranjas de porcino en la zona. De este modo siguen el ejemplo de la Asociación de Comerciantes de Herrera de Pisuerga (ACHEPI), que ya se opuso a estos proyectos a mediados de julio.
ACIC quiere poner en relieve la importancia que tiene el Turismo de Naturaleza y Ocio para el comercio y la industria de la zona. ACIC considera que dicho turismo se vería resentido con el apoyo oficial a unas macrogranjas que consolidarían la tendencia a más despoblación y contaminación. ACIC muestra su preocupación por la desaparición de proyectos sostenibles enriquecedores de la zona y sus recursos (ganadería y agricultura de alta calidad, nuevos yacimientos de empleo como el teletrabajo…)
Desde ACIC han pedido a la Junta de Castilla y León que apueste por la sostenibilidad que necesitan estas zonas rurales en contacto con la naturaleza y la historia, “que es nuestro patrimonio y nuestro futuro”.
Los comerciantes cerveranos han enviado la carta al Gabinete del presidente de la Junta, a la Directora General de Desarrollo Rural (María González Corral), a la Directora General de Turismo (María Estrella Torrecilla Crespo), a la Secretaria General de Empleo e Industria (Ruth Valderrama Villacé) y al Secretario General de Fomento y Medio Ambiente (Ángel María Marinero Peral). ACIC espera respuestas de cada uno de ellos en relación a los diferentes ámbitos que se ven afectados por la construcción de estas macrogranjas.
El impacto negativo que tendrá la implantación de macrogranjas en el turismo de la comarca y las aledañas choca con las inversiones públicas que se han realizado en Rutas Turísticas como “El camino Olvidado”, “El Camino Lebaniego”, “Ruta del Carbón de Cock”, “Ruta del Cordel Cerverano” y otras. Dichas rutas –con su consiguiente inversión- atraviesan poblaciones donde se van a colocar las macrogranjas y también pueblos donde se van a “valorizar” (léase “verter”) los purines generados en ellas.
Aunque el turismo es la mayor preocupación de ACIC, también lo son la desvalorización de las propiedades de las zonas afectadas, el mayor consumo de agua de estos proyectos – con el consiguiente riesgo de cortes de agua-. Para ACIC existe un alto riesgo de contaminación de aguas subterráneas, cauces y ríos que implicaría más despoblación y un efecto negativo en los negocios agroganaderos ya existentes.
ACIC se declara “a favor de la ganadería y de la agricultura, sectores que son nuestra red primaria, social y económica, y que desde tiempos inmemoriales han promovido y enriquecido estos territorios; pero nos declaramos en contra de estas macrogranjas que suponen una losa para nuestro futuro” según dicen en la carta.