La restauradora y gestora patrimonial Rosa Tera desarrolla un proyecto de gestión y difusión del patrimonio desde el Centro de Innovación y Emprendimiento “Girolab” de Aguilar de Campoo. Bajo el título “Proyecto Urdimbre. Tejido de intervenciones patrimoniales”, elabora un mapa de rutas por retablos restaurados, con los que se persigue un fin múltiple: la promoción turística, la preservación de los bienes, la educación patrimonial y la difusión de las competencias de los profesionales de la restauración.
Hace un tiempo que los viejos telares quedaron en desuso y las devanaderas ya no desenredan las madejas. Sin embargo, hay quien apuesta por seguir moviendo los hilos para tejer cambios. Es el caso de Rosa Tera, restauradora y gestora cultural asentada actualmente en el Centro de Innovación y Emprendimiento Girolab de Aguilar de Campoo, promovido por la Fundación Santa María la Real e init. Tras meses de trabajo, contactos y reuniones, ha puesto en marcha “Proyecto Urdimbre. Tejido de intervenciones patrimoniales”.
El proyecto consiste en la elaboración de un mapa de seis rutas por Castilla y León, Madrid y Castilla La Mancha que incluye visitas guiadas a templos con retablos restaurados en el marco de diferentes planes de intervención con colaboración público-privada. El fin que persigue va más allá de la propia difusión turística para entrar en un entramado más complejo que engloba la aplicación de la innovación en la preservación de los bienes culturales, la educación patrimonial y la defensa de la profesión del restaurador y conservador.
Educación y sensibilización
Con las visitas no sólo se explica al público el retablo restaurado, su riqueza histórica y artística; sino que se detalla la labor primordial de los conservadores y se conciencia sobre la necesidad de contribuir todos, a través de sencillos gestos, a su correcta preservación. “Los visitantes saben cómo se ha realizado la restauración, cuánto ha costado y cómo se puede contribuir a su mantenimiento. Pero es que además aprecian que ese bien restaurado se convierte en un nuevo activo económico, en un nuevo eje de desarrollo económico del territorio”, explica Rosa Tera.
“Con la propuesta se pretende visibilizar parte de la inversión en conservación del patrimonio de los últimos años que responde a criterios de calidad que consideramos necesarios: la supervisión de las obras por parte de técnicos de los servicios de restauración de consejerías, diputaciones o ministerios; o la contratación de equipos cuyo personal posea titulaciones oficiales para desempeñar las labores de conservación de los bienes”, agrega.
“A través de narrar, compartir y explicar lo que es la profesión y la preservación, se muestra de forma integral lo que puede suponer la conservación del patrimonio como elemento de desarrollo social relacionado con la difusión, el turismo y la educación patrimonial”, concluye Rosa Tera, presidenta de la Asociación de Conservadores y Restauradores de España (ACRE).
Para la puesta en marcha y desarrollo de su proyecto, Rosa Tera trabaja con su compañera Pilar Aguilar, vocal de la asociación y Coordinadora de Difusión, y con la colaboración del Ministerio de Cultura, que le ha concedido una ayuda de Acción Cultural de 12.000 euros.
En la primera fase
El proyecto tiene tres fases. La primera está dedicada a la definición y difusión de las seis rutas, labores que se desempeñan actualmente y que tiene que estar finalizadas en marzo de 2014, según estipulan las bases de la ayuda concedida. La segunda se centrará en el desarrollo de las seis rutas por los templos, con visitas guiadas realizadas de manera conjunta por guías turísticos y especialistas en conservación; mientras que la tercera y última fase consistirá en evaluar la repercusión económica que la actividad ha tenido en el territorio.
De momento, Rosa está inmersa en la primera fase. Para definir ese mapa de rutas y recorridos, ha programado un calendario de encuentros y reuniones con los gestores legales de los bienes y los representantes de diferentes instituciones públicas, institutos y entidades dedicadas a la conservación del patrimonio que quieran implicarse en la iniciativa. Al mismo tiempo, trabaja en la elaboración de una página web para impulsar la difusión de su Proyecto Urdimbre. Mientras ya ha empezado a mover los hilos, y está tejiendo en las redes sociales, donde, de momento, se puede seguir sus pasos en https://www.facebook.com/proyectourdimbre