Los embalses de la cuenca gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) cuentan al comienzo del verano con una reserva de agua embalsada de 2.517,8 hm³, lo que representa un 87,5% de su capacidad total, según el último informe elaborado por el Organismo de cuenca. Unos valores que suponen catorce puntos porcentuales más que hace un año (73,1%) y cerca de ocho por encima de la media de la última década (79,9%).
La mayor variación se registra en los embalses leoneses de los sistemas Esla y Órbigo -Villameca, Barrios de Luna, Porma y Riaño-, que se encuentran al 87,3% de su capacidad total, con casi 29 hectómetros cúbicos menos en la última semana. El volumen global almacenado es de 1.131 hm³, un 8% más que hace un año
Unos valores relevantes como el del embalse de Castro de Las Cogotas (Ávila), en el sistema Adaja, que alcanza cotas históricas, al 95,8% de su capacidad total, frente al 34,2% de hace doce meses y el 77,2% de media de los diez años anteriores.
La llegada de las altas temperaturas coincide con un volumen alto de reservas en toda la cuenca, con el embalse de Cuerda del Pozo (Soria), en el sistema Alto Duero, y los embalses de Palencia- Camporredondo, Compuerto, Cervera, La Requejada y Aguilar-, en los sistemas Carrión y Pisuerga, con 9,3 hm³ menos en total en la última semana, situándose al 91,4% y 89,1% de su capacidad total respectivamente.
Le siguen los embalses de Burgos, en el sistema Arlanza, -Arlanzón y Úzquiza-, que se sitúan en conjunto al 88,2% de su capacidad total. Un dato similar al de los embalses de Segovia –Linares del Arroyo y El Pontón Alto, al 87,2% de su capacidad total, por encima de la media de la década (80,2%).
Por último, los embalses de Salamanca –Santa Teresa, Irueña y Águeda- pierden diez hectómetros cúbicos en los últimos siete días y se mantienen al 84,3%, con valores superiores a hace un año (63%) y a la media de la década (79%).
Aunque los datos son positivos y aseguran el desarrollo normal de la campaña de riego, la CHD sigue insistiendo en la necesidad de realizar un consumo responsable y eficiente de un recurso valioso y escaso como es el agua, para acumular el máximo volumen al final de campaña en todos los sistemas y garantizar la próxima.