Un año de luces y sombras. Así calificaba el presidente de Asaja Palencia al año 2020 en el balance agrario que realizaba esta mañana. Un acto muy diferente al de otros años que en esta ocasión se desarrollaba exclusivamente ante los medios de comunicación.
Antes de empezar, Honorato Meneses quiso tener un recuerdo para los socios fallecidos como consecuencia de esta pandemia que ha marcado un año complicado que comenzaba en la calle, con unos agricultores al límite que protestaban por la falta de rentabilidad, la criminalización del sector y una PAC injusta.
“Durante las movilizaciones comprobamos que la sociedad entendía nuestras peticiones y por primera vez recibimos el apoyo social”, explicó el presidente de la organización agraria.
La crisis sanitaria y el confinamiento paralizaron las protestas. “Sin embargo -indicó Meneses- agricultores y ganaderos no paramos, y seguimos produciendo alimentos para la sociedad como siempre hemos hecho. Había miedo a un desabastecimiento, pero gracias a los agricultores no han faltado los productos de primera necesidad y esto ha demostrado que somos un sector imprescindible al que hay que cuidar”.
Luces
Por lo que respecta al balance agrícola, las “luces” fueron para la cosecha de cereal, con 1,4 millones de toneladas en 300.000 hectáreas cultivadas, una cifra que supone un 40 por ciento más sobre la media de un millón registrada en los últimos diez años. Sin embargo, la incertidumbre por los bajos precios emborronó durante meses la alegría de las buenas producciones, aunque tras el verano se fueron recuperando.
El año fue bueno también para los forrajes en la provincia más productora de alfalfa de secano de España en torno a la cual gira una industria de cinco plantas transformadoras con vocación exportadora. También en el sector de oleaginosas ha tenido gran importancia el girasol, con 40.000 hectáreas sembradas, no así la colza, con dificultades para repuntar y ampliar las 1.500 hectáreas.
Sombras
Sin embargo, la remolacha es uno de los cultivos más perjudicados con sólo 1.200 hectáreas frente a las 8.000 sembradas en los años buenos. Los ataques del gobierno con el impuesto al azúcar y la campaña en contra del consumo por parte del ministerio están poniendo la puntilla al que fue “cultivo estrella” en la provincia. En cuanto a la patata, desde que empezó la pandemia se está viendo perjudicada por el cierre de la restauración, especialmente los cultivadores del norte de la provincia por tratarse de una patata destinada al consumo.
La ganadería de ovino y vacuno, especialmente la de carne (lechazos, piezas de mayor calidad en vacuno) es la gran perjudicada por la crisis sanitaria, imposibilitada para dar salida a unos productos que, por tradición, se consumen en los establecimientos hosteleros. En este sentido, Honorato Meneses animó a los palentinos a consumir los productos de nuestra tierra, de una gran calidad y con todas las garantías, y denunció que mientras se ponen trabas para producir aquí, se permite la entrada de productos de fuera que no tienen que cumplir con los estrictos requisitos que se imponen en nuestro país. Además, exigió un etiquetado más transparente para que el consumidor tenga claro dónde se han alimentado los animales.
Por otra parte, el presidente provincial de Asaja criticó el “presupuesto cero” que llegará a nuestra provincia para la modernización de regadíos en el sistema Carrión que sufre un déficit hídrico desde hace muchos años. “Tanto el regadío como la ganadería son sectores que fijan población, y sin embargo son los grandes olvidados”, lamentó.
Donaciano Dujo, crítico con la próxima PAC
El presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo, que respaldó con su presencia el balance provincial, exigió más dureza en la Ley de la Cadena Alimentaria para evitar abusos por parte de los intermediarios que suben los precios al consumidor mientras bajan para el productor.
Sobre la PAC, Dujo expresó su rechazo para la política europea del periodo 2023-2027. “Va a ser peor, va a tener menos presupuesto y más obligaciones y no beneficia al agricultor porque no se le permite producir lo que sí se compra a terceros países”. Igualmente mostró su preocupación porque las ayudas de eco-esquemas perjudican a nuestros agricultores y ganaderos.
El presidente de Asaja en Castilla y León adelantó que las reivindicaciones de principios de año siguen vigentes. “La pandemia demostró que el campo es esencial y que la sociedad tiene que comer”, dijo, se preguntó “qué hubiera pasado si nos hubiéramos visto obligados a importar alimentos por no poder producirlos aquí”.
Al igual que hiciera Meneses, Donaciano Dujo lamentó los bajos precios que perciben agricultores y ganaderos en comparación con países vecinos; exigió un etiquetado inequívoco para nuestros lechazos especialmente en estas navidades y alertó de la reducción de ganaderos en Castilla y León. “Nos quedamos sin ganadería y detrás irá la agricultura”.