La actual Dirección General de Tráfico fue creada en 1959, por lo que inició la labor estadística en 1960. El 31 de diciembre del citado ejercicio la Jefatura de Tráfico de Palencia registró 18 muertos en accidentes de circulación en nuestra provincia, que por entonces contaba con un parque de 158 vehículos a motor matriculados.
Con el paso de los años, el parque de vehículos de la provincia creció progresivamente, al igual que el número de víctimas mortales. Así, en 1989, Palencia sufrió la pérdida de 71 personas en nuestras carreteras, el peor registro hasta el presente. Desde entonces, el número de víctimas mortales ha ofrecido afortunadamente una tendencia descendente, aunque con numerosos altibajos.
Trece muertos en 2012 y veinticuatro en 2011
La Jefatura Provincial de Tráfico ha registrado durante 2012 un total de 13 personas fallecidas, una de ellas en una vía urbana de Guardo, y 78 heridos graves. En la actualidad existen 120.000 vehículos domiciliados en los distintos municipios. En 2011 fueron 24 las personas fallecidas, y 80 las que resultaron con heridas de pronóstico grave. Estos datos han convertido a 2012 en el año con la menor siniestralidad de toda la serie histórica palentina, iniciada en 1960, mejorando incluso los 17 fallecidos de 2010, que hasta el presente había sido el año con los mejores resultados.
El accidente más grave de 2012 en nuestra provincia ocurrió en la madrugada del 11 de agosto en Naveros de Pisuerga, cuando un monovolumen se salió en una curva y cayó al cauce del Canal de Castilla, muriendo ahogados los 6 ocupantes del vehículo, 3 de ellos menores de edad. Ese mismo día por la tarde falleció un conductor portugués en la A-231, en término municipal de Villaherreros.
El resto de los accidentes mortales ocurrieron el 30 de mayo, en Rueda de Pisuerga; el 31 de agosto, en la A-62, a la altura de Dueñas; el 2 de septiembre, en Husillos; el 10 de septiembre fallecieron dos ciudadanos búlgaros en Espinosa de Villagonzalo; y el 28 de diciembre, un peatón anciano fue atropellado en una calle de Guardo.
Las causas de los accidentes
La Jefatura de Tráfico vincula las cifras de la siniestralidad vial con el nivel de respeto y cumplimiento que los ciudadanos mostramos por las normas de circulación, bien cuando nos desplazamos en vehículo, bien cuando lo hacemos a pie por nuestras calles y carreteras. No en vano, la mayor parte de los accidentes mortales son causa permanente de las distracciones, de los excesos de velocidad, y del consumo de alcohol y drogas por parte de algunos conductores.
En la lucha contra la siniestralidad vial resulta fundamental asimismo el trabajo que a diario realizan en nuestra provincia colectivos de profesionales tan diversos como la Guardia Civil, las Policías Locales, el personal de mantenimiento de las carreteras, o los profesores de las autoescuelas, a través de su labor formativa con los nuevos conductores, como con aquellos que desean recuperar los puntos perdidos por las infracciones cometidas.
Resulta igualmente esencial la atención que prestan los medios de comunicación sobre todos los temas referidos a la seguridad vial, por cuanto ayudan a todos los conductores y peatones a concienciarse sobre los peligros que conllevan las carreteras.
Los efectos de la crisis
La crisis ha reducido el número de desplazamientos en vehículos, lo que podría haber favorecido el actual descenso de la siniestralidad en nuestra provincia. No obstante, existen 16 provincias españolas que también padecieron la crisis y, sin embargo, han visto incrementar en 2012 el número de personas fallecidas en sus carreteras.
Por otra parte, la crisis ha obligado a las administraciones públicas a reducir los presupuestos destinados al mantenimiento de las carreteras, del mismo modo que numerosos propietarios de vehículos han tenido que reducir los costes destinados al mantenimiento de sus vehículos.
Además, la crisis también podría haber reducido el número de usuarios de las autopistas de peaje, lo que podría haber elevado el uso de las carreteras convencionales que son, estadísticamente, las más peligrosas. En nuestra provincia solamente dos personas han fallecido en autovías, diez lo han hecho en carreteras convencionales, y la última fue atropellada en una vía urbana de Guardo.
A lo largo del presente año la Dirección General de Tráfico tiene previsto unificar en 90 Km./h. la velocidad máxima permitida en todas las carreteras convencionales, es decir, en aquellas vías interurbanas que no sean autovías ni autopistas.