El delegado territorial, Luis Domingo González, y el arquitecto que ha elaborado el proyecto, Ignacio Vela, junto con la jefe del Servicio Territorial de Cultura, Isabel Landa, presentan el proyecto para la restauración de la Torre del Monasterio de Santa Cruz de la Zarza en Ribas de Capos, para el que la Junta de Castilla y León ha aprobado un gasto de 60.000 euros.
El inmueble, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1931 con la categoría de Monumento, es propiedad de la diócesis de Palencia, la cual tiene cedido el uso del mismo al Ayuntamiento de Ribas de Campos. El Monasterio de Santa Cruz de la Zarza es un antiguo cenobio de la orden premostratense, y de estilo cisterciense-protogótico, que en la actualidad se encuentra en estado de semirruina. Solo conserva la Iglesia y la sala capitular. La iglesia, de estilo tardorrománico o protogótico, fue construida en el s.XIII. Está construida con sillares de piedra caliza.
Las patologías que presenta el conjunto obedecen a su condición de inmueble sin uso, aislado de cualquier núcleo habitado, abandonado durante décadas, y expuesto al vandalismo y expolio por falta de protección y fácil accesibilidad.
La torre presenta una cubierta completamente arruinada. Su estructura de madera se encuentra a la intemperie y sin cobertura. Actualmente soporta varios nidos de cigüeñas. Los cuerpos superiores de la torre se hallan en estado ruinoso con grave deterioro material. Parte de las fábricas han caído sobre las cubiertas de iglesia y sacristía. Las escaleras y el entramado de madera interior (forjados), están en estado ruinoso. Actualmente el campanario es inaccesible en condiciones de seguridad.
La cubierta de la iglesia fue ejecutada hace unos 30 años con estructura metálica y tablero de hormigón sobre láminas de nervometal. Se aprecia inicio corrosión su estructura metálica y el material de cobertura es prácticamente inservible. Se advierte penetración de agua al interior del edificio, con afección a las bóvedas. Hay boquetes y perforaciones en el tablero de cubierta. Los encuentros de faldones con paramentos verticales están sin resolver (torre). Se observa un alto grado de deterioro de la cobertura con hundimientos parciales en el tablero soporte de cubierta, tejas rotas y movidas, y acumulaciones de escombro, materia orgánica y vegetal.
Acerca de la iglesia, sacristía y sala capitular hay que señalar el deterioro material puntual de bóvedas por penetración de agua. Existen diversos puntos de acceso al interior. Carecen de pavimento ya que el suelo es de tierra. Hay colonización vegetal en la zona de la sala capitular.
Proyecto
El proyecto únicamente actúa sobre la torre. Aborda la consolidación de sus fábricas, la ejecución de una nueva cubierta, así como la construcción de una nueva escalera de acceso hasta el nivel del campanario. También se instalarán mallas para evitar la entrada de aves a su interior, y se colocará una cancela de cierre en el arranque de la escalera de caracol, en el interior del templo.
Se mantienen y restauran las fábricas de ladrillo macizo preexistentes que conforman las esquinas de la torre, al igual que las fábricas de ladrillo de tejar que constituyen la hoja exterior de la fachada de poniente (fachada especialmente expuesta a las lluvias). Se desmontarán, y sustituirán por una hoja de hormigón blanco con acabado abujardado los paños inestables en la fachada sur (fachada especialmente expuestas a lluvias y variaciones térmicas), mientras que en las fachadas este y norte las fábricas de ladrillo hueco doble y la cara superficial de las fábricas de tapial serán cajeadas para realizar una nueva hoja exterior con ladrillo perforado revestido con morteros de cal. El conjunto de las fachadas quedará protegido en su parte superior por una nueva cornisa volada, ejecutada en hormigón blanco, que a su vez actúa como elemento de atado superior del conjunto de las fábricas.
Se recuperará con la intervención el orden de huecos preexistente, que en el cuerpo superior consiste básicamente en una tronera con arco de medio punto en cada una de sus caras (nivel del campanario) y dos pequeñas troneras en el remate superior de cada una de las fachadas. Se pondrán en valor los mechinales, como huella histórica del procedimiento con el que se ejecutó la torre.
La cubierta, que precisa su completa sustitución, se ejecutará con un entramado de madera que descansará sobre los zunchos de hormigón armado de nueva ejecución que atan la coronación de los muros.
Las obras que se pretenden llevar a cabo abordarán aspectos determinantes para la conservación del edificio y para la seguridad de sus usuarios o visitantes. La actuación es reversible y respetuosa con el carácter del edificio. Se utilizarán materiales y técnicas coherentes con la configuración constructiva del edificio, que sin embargo dejan de manifiesto el momento concreto de su ejecución, diferenciando los nuevos de los originales, procurando siempre soluciones que supongan minimizar la intervención. La configuración formal y volumétrica general del edificio se mantiene y se utilizarán materiales y soluciones que garanticen una buena durabilidad con una repercusión económica razonable.