El sábado, 7 de octubre fallecía en el Pico Espigüete un montañero gallego de 65 años, tras precipitarse al vacío de una altura de cien metros. El Centro de Emergencias 112 de Castilla y León recibió una llamada que alertaba de un incidente y solicitaba asistencia para un hombre que se había precipitado desde una gran altura.
Por otro lado, ayer domingo, 8 de octubre la sala de operaciones del 112 de Castilla y León, a las 15:03 horas recibió una llamada que informaba de que había una persona enriscada en el Espigüete. El alertante se encuentraba en la cara oeste del pico y estaba escuchando a un montañero pedir auxilio, aunque no podía verlo. Según indicó, la persona que necesitaba ayuda se encuentraba en la cara norte, a unos 50 metros de la cumbre, no estaba herida, pero se encuentraba enriscada y no podía salir de la zona.
El operador del 112 transfiere inmediatamente al alertante con el Centro Coordinador de Emergencias, que se encarga de coordinar el incidente localizando la ubicación más exacta posible del montañero y movilizando el helicóptero de rescate de la Junta de Castilla y León con dos rescatadores, uno de ellos enfermero, hacia la zona. Además, desde el 1-1-2 se da aviso del incidente a la Guardia Civil y, por protocolo, al Servicio de Extinción de Incendios, Salvamento y Rescate de la Diputación de Palencia.
Cuando está aproximándose a zona el helicóptero de rescate de la Junta de Castilla y León, el técnico del Centro Coordinador de Emergencias vuelve a contactar con el alertante e indica al montañero que señalice su posición con el flash del móvil para que pueda ser localizado lo antes posible. Gracias a esta maniobra, el helicóptero establece contacto visual con la víctima y uno de los rescatadores desciende con grúa a la zona.
Tras comprobar que el montañero se encuentraba en perfecto estado, es izado junto con el rescatador hasta el helicóptero mediante grúa doble y evacuado a una zona segura.